"Quien conserva la facultad de ver la belleza, no envejece".

Franz Kafka.

Energía uteral.

Toda la humanidad ha nacido a través de un útero. Este cuenco sagrado está lleno de sabiduría y las memorias que allí se guardan, son un fiel reflejo de nuestra historia personal y colectiva. En sus aguas nos bañamos durante meses y de su calor nos nutrimos. El útero de una mujer está íntimamente unido a su corazón y a su garganta, tanto es así, que se dice que posee un segundo corazón en su interior, además, la energía sexual que le habita es un canal de comunicación fluida. Es por todo ésto que nuestra esencia se ve aderezada con toda ésta información procedente de nuestros ancestros, de sus emociones, de su raíz, del linaje materno y gran parte de información adquirida por la energía sexual, que comparte con el linaje paterno, también habita en él. Un regalo de la sabiduría ancestral, del linaje medicina femenino que busca sembrar una semilla de luz en tierra fértil, para restablecer el equilibrio de la energía femenina y masculina, perdida y sofocada durante tanto tiempo: la mujer lo recibe en el útero energético, el hombre en el corazón.

Descubrir y sanar toda ésta energía tan vinculada a nuestra existencia y a la del colectivo es un arduo camino lleno de satisfacción personal y amor incondicional. Redescubrirte como individuo, honrando tus raíces, desprendiendote y transformando aquello que ellos no lograron. No estás sola, no estás solo en éste camino, si pudieras ver todo el conjunto que te acompaña, descubrirás que nunca has estado más arropado.

Lo femenino es curvo, espiralado, alterno pero sutil. Si bien lo externo nos da paso para comprender lo que se mece en nuestro interior, lo interno nos muestra desnudos ante lo que también se da en el exterior. Así una sonrisa es una curva deliciosa, el baile nos invita a hacer danzar las emociones o modelar con nuestras manos expresa el cambio que estamos haciendo o queremos mostrar en nosotros. Fijamos nuestros ojos en lo que aparece ante nosotros como una belleza natural o no tanto, porque aún no hemos encontrado el significado que para cada uno tiene ese acto. Se hace necesario pararse a pensar, no solo en lo que hacemos, sino para qué lo estamos haciendo, enseñar a pensar es un gran regalo que nos ayuda a enfocar nuestro camino. Así pues movamos nuestras curvas, admiremos las curvas de los demás sí lo necesitamos y sobre todo permanezcamos abiertos a las preguntas y respuestas que nos ofrece la profunda admiración de la belleza, sea ésta la que sea.

Cambiemos culpa y culpables por responsabilidad y crecimiento y sigamos construyendo y disfrutando del camino.

Despertar a la diosa que todas somos, es un camino maravilloso para ampliar la visión. No trata únicamente los arquetipos femeninos en sí, sino que es una herramienta para profundizar en lo que representan y que acontece tanto a hombres como a mujeres. Nos proporciona una alta perspectiva del amor,en todas las formas en las que se desarrolla. Nos permite nutrirnos de todas las respuestas que ya hallaron los linajes predecesores. Nos enseña a sentir y comprender la conexión maravillosa entre tierra y cosmos a través de nuestro cuerpo, sus energías y emociones.

Conectar con tu diosa, manifiesta tu esencia, ilumina el camino y despierta las herramientas que te pertenecen por herencia divina y todas las que se encuentran en las profundidades de tus raíces.

Despierta Diosa, conecta tu ser de forma consciente a la red. Somos tejedoras, nos aunamos en responsabilidad, nutrimos, apoyamos y sostenemos. Abrimos caminos para que sean transitados por mujeres y hombres, desde la sabiduría de nuestra naturaleza femenina, utilizando todo el potencial y conocimiento de nuestra naturaleza masculina, como un todo al servicio de la madre tierra y todo lo que en ella habitan y lo que ella representa.

La energía femenina tanto en hombres como en mujeres está íntimamente relacionada con nuestra representación materna, ya sea de forma biológica o adquirida.

Es importante sanar lo que representa en y para nosotros esa relación. Os propongo interiorizar unos momentos un pequeño agradecimiento al simbolismo de esta figura en nuestra vida:

Gracias mamá, 

por ser un canal a la vida,

y dar valor a la sangre y sudor

que envuelven nuestra llegada.

Por enseñarme que las heridas

se lloran y se lamen con caricias,

porque no empiezan ni terminan en mí,

sino que estando llenas de pasado

marcan un futuro cercano.

Gracias a tí,

he aprendido la responsabilidad 

y significado de ser cíclica,

y a tejer,

sanando y soñando bonito.

Me enseñaste la unidad que habito,

para compartir con todo lo que me rodea.

La importancia de nutrir,

comprender y sostener 

a los que aprenden el camino.

Que el compromiso con la vida, 

aunque aveces duela, 

aunque queme, 

aunque ahogue,

es seguir hacia delante.

Porque igual que todo se va,

todo llega, cuidemos y disfrutemos 

del presente, mientras.

Gracias mamá.

Gracias por enseñarme a parirme y ser mi propia madre.

Hay días en los que se hace indispensable recordar, hacer balance, revisar nuestra situación y alargar la mirada hasta abarcar un amplio campo de visión. Si bien es cierto que hay noches que la luna se esconde y no alumbra el camino, y para algunas hermanas y hermanos, esta noche es larga y difícil derecorrer, también es cierto que es entonces cuando en la oscuridad, se ven pequeñas luces que se encienden unas a otras, devolviendo algo de claridad a lo que parecía oscuro y sombrío. De ésta unión surge la magia de la vida, aveces parece dividida, pero en verdad es una sola y entera, y a la vez plural y compartida. La sororidad es una comunión con lo femenino que habita en todos nosotros. Quizás ahora estás mostrando el camino que queda por recorrer, y tú posición es complicada e incomprendida, quizás yo estoy sentada escribiendo, intentando ser justa conmigo y contigo, dejando que el amor que siento por mí se sume de algún modo al amor que siento por ti, desde una posición más cómoda y con granesponsabilidad, no voy a gritar, ni a maldecir, ni mucho menos culpar. Sólo te puedo ayudar trabajando en mí y ayudando a otras personas en su caminar hacia el despertar. Porque realmente creo que todos somos uno, al igual que creo que todos somos una.

En este camino del despertar, se unen los encuentros con nuestra luz y amor, y nuestra sombra y oscuridad.

Hay un tiempo para inspirar todo lo que ya somos y uno para exhalar completamente, para dejarte ir en el vacío y para entrar en lo desconocido. Solo así podrás resurgir de nuevo y a lo nuevo. La luna negra hace referencia a esos días previos a la luna nueva y están relacionados con el arquetipo de Lilith. Hablan sobre el lado oscuro y desconocido de la naturaleza femenina. No es sólo fuente de la vida, sino también de la muerte, el dolor y la desgracia. Asociado a las artes oscuras que en ocasiones ponemos al servicio de nuestro empoderamiento por un lado y por otro, a la transformación que resurge de la rebeldía frente al inconsciente que portamos y que nos dota de maravillosos dones que quieren despertar.

El cuadro se compone de aceptar la oscuridad que surge en momentos en que nuestro fuego interno busca una transformación, vislumbrando así una sanación que nos permita sacar esa insumisión ya con vistas a fusionarnos con el resultado, atravesar la llama y las cenizas y retomar una nueva versión, ya pulida por el fuego y horneada con el calor de hogar que se encuentra en nuestra paz interior, de saber reconocer cada parte que habitabamos ya sea de sombra, luz u oscuridad, y dejar que se fusionen todas éstas naturalezas en su esencia vital.

En el caso de los hombres, Lilith puede representar el miedo a asumir tanto su parte femenina como la que comparte con el sagrado femenino directamente ,ya sea como pareja, hija, madre...o cualquier otro tipo de relación. También está relacionado con la sombra u oscuridad no aceptada que viene de la relación con su propio linaje familiar y social. Así pues este arquetipo tiene lecturas y aprendizajes para todos. Honra tus lunas.

La mitología y la literatura han servido de puente para comprender muchas de estas tesituras que hemos considerado como ajenas, y facilitan la estructura de la situación.

Un ejemplo es el descenso de Inanna al inframundo. Innana, es una diosa andrógina e intensa, Diosa Solar y Lunar, muy apropiado para representar tanto el lado femenino y masculino. Una diosa cósmica que decide tener una experiencia terrenal y así unir nuestra parte divina y humana. Una diosa del Cielo y Tierra que decide descender para salir empoderada como el fénix del inframundo, enlazando luz y oscuridad.

Hay muchos mitos sobre el descenso de la diosa.  La historia de Inanna, es un antiguo mito que antecede a los dioses masculinos, como Zeus, y se considera que gobernó los Cielos, la Tierra y el Inframundo.

El mito más antiguo conocido es babilónico y fue escrito en tablillas de arcilla en el tercer milenio antes de Cristo. Generalmente se conoce como la Reina Sumeria del Cielo y la Tierra. El mito habla sobre el encuentro de la Reina del Cielo con su hermana, la Reina del Inframundo.

Es una historia acerca de conocer el lado oscuro y sombrío de uno mismo.

Esta es una historia de la dualidad original, la historia de Géminis de nuestra "otra mitad".

"El descenso de Inanna representa la sabiduría suprema del viaje femenino; ella va al lugar del dolor, aceptando el luto que inevitablemente acompaña la pérdida de nuestras ilusiones sobre alguien, o incluso sobre nosotros mismos". Viaje laberíntico hacia una misma perder el miedo al dolor sabiendo que "...Hay algo que no falla y es la convicción de que -únicamente los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana."

Ernesto Sabato.

El despertar de la energía femenina como podemos observar, está indudablemente unido a la resiliencia, a la capacidad de superación.

Y la resiliencia es una conformación del tejido del alma que une cuerpo y espíritu.

"Amo la ambivalencia poética de una cicatriz, que tiene dos mensajes: aquí dolió, aquí sano". -Louise Madeira.

La aceptación de nuestro cuerpo envuelve indistintamente la aceptación de cada una de nuestras decisiones, que se ven reflejadas en él y colaboran para asumir que somos únicos y respetar todos los procesos. También recoge decisiones de nuestros ancestros, las suficientes para poder evolucionar cada uno en su orden, tiempo y espacio. Venera aquello que fuimos en otras vidas acercándonos a la raíz del origen en la tierra. Abre caminos de esperanza y cambio para todos los que llegan después. Cuando estamos conscientes de nuestro cuerpo, permitimos que el espíritu se personifique.

Y sobre todo deja que recordemos nuestra esencia femenina al sentir que todo es perfecto para su propósito y la dejemos florecer 

Florecer con la fortaleza natural de tu sensibilidad, esa que abre los caminos de la intuición, esa capaz de precisar extensión con lo justo, esa que te permite comprender desde cualquier lugar, esa que abarca líneas temporales en tan solo segundos, esa que despierta el conocimiento con información sutil, esa que comparte la esencia de la belleza en encuentros, que regala sonrisas cuando confía y reserva dudas nebulosas para confirmar cuando se asiente. Esa que cree y crea, aún sin tener respuestas, la que se abre a seguir al ritmo de sus latidos, la que conoce su lucha interna y cede a la esperanza de despertar más allá. La que halla lectura amena con sus sentidos y fluye con los significados que la limitan, cmo dice Juana de Ibarbourou: "Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece". Por eso, quiero comprender y compartir como de la semilla insignificante se llega a la belleza.

Feliz despertar.

Verónica Esteban Esteban.