El otoño es la primavera del invierno.
Volver al bosque,
sentir el suelo bajo mis pies descalzos.
Celebro la cosecha recibida,
el equilibrio está presente,
trazo círculos en mi caminar
sobre las hojas caídas,
que anuncian la llegada del otoño.
Se entregan a la tierra inevitablemente,
como yo deposito todo aquello
que ya no sirve más,
agradezco su función
y me rindo a su descomposición
natural, sin juicios, ni apegos.
La entrega está hecha,
el viento recoge los últimos retales,
y los aleja de mí,
algunas gotas de lluvia
resbalan sobre mis hombros y espalda.
Retomo el camino de vuelta,
me siento liviana,
más cercana a la tierra,
ahora llega un tiempo de recogimiento,
de disfrutar de lo profundo.
La rueda del año gira,
gracias por todo lo que tengo y por aquello que vendrá. ♥
Verónica.
Ataraxia: estado en el que el alma, a través del equilibrio y la moderación en la elección de los placeres sensibles y espirituales, alcanza el ideal supremo de la felicidad ¡Imperturbabilidad!
Epicuro.
Otoño, transición y equilibrio.
Entre verdes bosques y luces cobrizas, nubes blancas salpican el ocaso, el retorno siempre es azul aunque el mar quede lejos por un tiempo. Comienza un tiempo de recogida gradual, paso a paso oscurece más temprano, el calor afloja en la noche y el viento del norte, aún templado,se deja sentir a ratos. Los recuerdos de los días de descanso acarician la sonrisa como un pequeño déjà vu que se cuela al igual que una brisa todavía fresca con olor a sal, que se disuelve por las comisuras dejando un agradable sabor a intercambio de sensaciones. Todo se va preparando lentamente para recibir un cambio de estación y nosotros recibimos, conforme se acerca, una leve nostalgia de elegante recuerdo de todo lo vivido en días llenos de sol, brillo que perdura en la mirada tierna que se deja llevar hasta la madurez del otoño para soltar los sobrantes que recogimos como niños y fertilizar la tierra cálida que nos acogerá ya cambiantes. Nos embriaga un rendimiento profundo y sincero, que clarea hasta fundirse con los ciclos en un sentido de común unión, dando paso a la fluidez de planos que forma un equipo de equilibrio, donde la dulce espera se fortalece de vivaz esperanza.
"En este momento del Equinoccio, en el que el día y la noche están equilibrados, la dualidad entre la luz y la oscuridad se hace más intensa y tangible, y con ella llega la oportunidad de la reflexión y la transformación espiritual. En el ciclo del nacimiento, la vida y la muerte, se nos recuerda que a menudo las cosas deben morir antes de renacer. La flor debe marchitarse y desvanecerse antes de poder liberar sus semillas, el salmón debe volver al agua dulce, el lugar de su nacimiento, y entregar su vida para poder liberar sus huevos. Debemos inhalar y exhalar para sobrevivir, un equilibrio de yin y yang, dar y recibir. El ascenso espiritual requiere primero el descenso, y a través de esta voluntad de profundizar en nosotros mismos nos enfrentamos a la propia oscuridad interior, haciendo brillar la luz de la comprensión y la aceptación. Esta es la alquimia de la transformación, convertir nuestra sombra en oro puro."
Autumns kyart.
El otoño impulsa un retorno al bosque, a sentir los pies sobre la tierra en agradecimiento por todo lo recibido, a depositar sobre ella las hojas que han caído para una descomposición natural llena de fertilidad que hará brotar la nueva cosecha. Para Hegel la dialéctica tiene tres momentos: tesis, antítesis y síntesis. La tesis es la fase afirmativa, por ejemplo una semilla; la antítesis es la negación de la tesis, cuando la semilla se pudre y deja de ser ella misma para transformarse en planta; por último, la síntesis es la negación de la negación, es decir, afirmación pero que contiene la tensión de la tesis y de la antítesis, cada momento dialéctico comprende al anterior y es fruto de su devenir. Hegel considerará que este proceso se repite en todo lo real, en el pensamiento, en la historia del hombre, en el desarrollo de los seres, etc. y analizó todo lo real desde esta perspectiva progresiva. ¿Nos estaría hablando Hegel de los ciclos de la tierra?
Hablar de otoño es hablar de muerte, de decisión y equilibrio. Decidir. Una decisión es una pequeña muerte, una separación de algo que hasta ese momento no se diferenciaba del resto del ser que éramos. Es una marca, una meta, una diferencia que impulsa a la acción. Lejos de ser una locura, nos hace más flexibles ante nuestra consideración de equilibrio. Es un cambio de titularidad de patrones, es una aceptación y un consentimiento de asumir la responsabilidad en nuestra vida. En ocasiones surgen desencuentros que nos permiten ver que la firmeza no es rigidez, y que también estamos condicionados por el movimiento y por los tiempos que incluyen. Agradezco el día que tomé la decisión de abrirme a la simbología, permitir que se despierte en mí la conexión, ayuda a vaciarme y a llenarme de amor propio, amor por el camino y amor por la vida. La gratitud es una maravillosa medicina que cuida el cuerpo, el alma y el espíritu.
La danza del cosmos representada por los sufíes, constituye el arte de meditar a través del movimiento repetitivo que se da al girar sobre el propio eje, permitiéndonos explorar nuevos límites. Es un viaje en espiral al centro de tu corazón, porque como decía Ezra Pound, "La música se empieza a atrofiar cuando se aleja demasiado del baile, y la poesía se comienza a atrofiar cuando se aleja demasiado de la música".
Se muestra una mezcla de sensaciones cuando uno se encuentra con un remolino de sentimientos y pensamientos en su interior ante la muerte que supone tomar decisiones. Hace un tiempo, escribía sobre la huída, cuando nos permitimos no hacer frente a una situación, a un sentimiento por alguien, a dar un salto, a esa ausencia de "valor" o a esa mezcla de confusión que nos paraliza alguna vez y que nos está mostrando el camino, pero no hacia donde queríamos o esperábamos sino hacia donde necesitábamos ir, allí donde: «Huir significa ir a buscarte». Y en esas te encuentras en ese momento, cuando quieres huir necesitas ir a tu encuentro porque hace tiempo que no te buscabas. Soltar expectativas y prepararte para la vida. Hoy la situación se muestra diferente, cuando pasas tiempo encontrándote, tu alma empieza a buscar otro desafío, te lanza hacia nuevos menesteres, te empuja a buscar ese lugar donde hacer hogar, donde todos tus intentos de escapar cesan, que diría Naguib Mahfouz. Donde el riesgo existe cada día, donde la incertidumbre va a reinar en multitud de ocasiones, donde imprevistos saldrán y te mostrarán que no tienes todas las respuestas. Mostrando tu vulnerabilidad. Ante esta decisión no hay comparativa posible, al final el alma empujada por el espíritu llevará a tu cuerpo hasta el encuentro exacto de aquello que viniste a vivir. Sabes en parte que lo que viene con esto es soltar el apego:"Desapego no es abandonar el mundo. Pero si, abandonar la ilusión de que es a través del mundo y sus cosas materiales, que alcanzaremos la felicidad" Swami Paramarthananda.
Es una ilusión bonita, que ayuda hasta que estamos preparados para ello y nos da tiempo y ganas, consiste en no poner toda la atención en lo que vemos, sino en buscar profundidad para ver lo simple. Y esa lección se puede aprender en diferentes situaciones,no es tanto la congoja que produce elegir "bien" sino ser consciente de que eligiendo ya se pone en marcha todo el engranaje para mostrarte el proyecto. Y abrirse al mundo implica un riesgo porque renacer nos muestra desnudos ante lo desconocido, pero para ello ya hemos solidificado un camino interior que sirve como piedra filosofal para continuar.
La muerte nos acoge en cualquier momento y en cualquier lugar, pero para la entrega, cada uno tenemos una forma especial, un ritual de agradecimiento, una ceremonia de despedida. Te propongo esta breve visualización que puede ayudar a crearse una imagen personalizada. La imagen es una mirada individualizada, un fragmento, incluso una búsqueda de un reflejo de aquello de lo que forma parte y es ilimitado. Encuadres, recortes, incluso el mismo término de paisaje, están desgajados de la naturaleza en su totalidad, aunque en sintonía con ella y con sensación de unidad. Lo grande y lo pequeño, la esencia, la perspectiva y la personalidad que lo observa y de lo observado. De la dinámica nutritiva entre la realidad y lo que anhela el corazón se forjará la comunicación con uno mismo.
Me siento en el suelo con las manos en mi regazo vacías, solo quedan los surcos que albergaron lo acontecido, observo como el viento las mece y se lleva los últimos retazos.
Tres fuentes me rodean, dos muestran sus aguas cristalinas, palpables, una tercera recorre la profundidad invisible a los ojos, aguas de fe me recuerdan que es inevitable creer, que no todo se ve, que por mucho que algo haya sido así siempre, no tiene por qué volver a ser, que no abarcamos todo, pero hay un todo que nos tiende su barca.
Hay caminos que llevan más tiempo de recorrido porque son infinito. Nos protegen de nosotros mismos y nos devuelven la plenitud que se ha ausentado temporalmente, completando de nuevo nuestra presencia y conectándonos directamente con nuestra esencia más pura. Ser bruja o brujo, es enlazar posibilidades con lo que antes eran nudos imposibles porque se va descubriendo que más allá de la cuerda, existe la energía que une, si eres capaz de llegar a ella, no necesitas nada más para sostener verdades, porque es entonces que sientes en tu ser que la existencia de un compromiso con el cosmos y tú propio desarrollo en la tierra. La belleza de las cosas, personas o situaciones está en su esencia. Llegar a lo simple es un viaje largo y profundo, reconfortante y eterno, que nos permite disfrutar del proceso, a través de la unidad, todo está relacionado, todo está en sincronía, todo es perfecto tal y como es. La única realidad que conozco es que todo es lo mismo, igual de bello, la misma esencia, el mismo origen y el mismo destino. Un corazón abierto, permite llegar a todos los lugares porque se reconoce y reconoce que es allí dónde estaba desde el principio.
El universo siempre escucha, si algo ha de suceder, sucederá, si algo has de aprender, lo aprenderás. Irá suavizando las formas, irá repitiendo en susurros las normas, quizá en otro sitio, quizá con otras personas, todo cambia según vamos evolucionando nosotros, confía en el proceso. Si fuésemos capaces de ver sinceramente nuestra evolución, de ver tal y como aprendíamos antes y de cómo nos tomamos las cosas ahora, podríamos pararnos frente al pasado con perspectiva y agradecimiento. Aceptamos el cambio para descubrir que con ternura, las lecciones siempre son bendiciones. No hay enemigos fuera y dentro van cayendo rendidos, nadie conspira más allá de lo que le permitimos, nada conspira más allá de lo que invertimos. No sé pueden poner muros a la evolución, la evolución no va a parar, cambiará de forma y de formas, el universo siempre te dará lo que necesites y como te lo que permitas. Yo me permito aprender con dulzura, con la agradable voz de la experiencia, depurada en su amorosa esencia.¿Y tú?
"He tardado en comprender que la imaginación es una forma legítima de acercarse al conocimiento. Atenea, la diosa del santuario que ahora contemplo, fue la protectora de la guerra, de la ciencia, de la civilización y de la justicia gracias a que la cultivó con esmero. Tu tambien tienes ese don Arys. Y lo necesitarás para recibir lo que quiero entregarte."
El mensaje de Pandora. Javier Sierra.
Nada se escapa a la mirada de las almas , aunque en el momento no lo comprendas, en ese cruce se registran las preguntas y respuestas contenidas en las pupilas de dos corazones. Recuerdos impugnan por salir y ser redimidos con la luz de la ley del entendimiento. La justicia tiene sabor a consciencia y brota clara desde la profundidad del amor. Aveces abruman impulsos magmáticos acostumbrados a arrasar densamente todo a su paso, buscando un bloque de hielo que enfríe su camino de fuego.Otras, la fusión es liviana, como una caricia sutil de los dedos entre el cabello, pragmática y suave, se podría decir que es de tierno avance,no se abre paso sino que hace camino.
Los encuentros nunca son casuales, sino causales.
Encuentros y búsquedas de equilibrio, balance de justicia y conciencia se dan de forma armónica a las elecciones y a la predisposición para el cambio. Así funciona la selección natural del karma, según los pasos que damos por del filo de la moneda de intercambio y conexión. Según elegimos el cambio de patrones o la repetición, vamos enlazando con el siguiente encuentro, con la siguiente conexión y con la siguiente elección. Puede parecer una derrota pero pronto verás que aquello que no se dió en tu momento se estaba dando simultáneamente en otro lado y te reencuentras con su esencia.
Caminando por las vetustas calles de la ciudad de Oporto podemos encontrar una singular estatua de gran envergadura que simboliza a la diosa Themis, representante griega de la justicia.
Esta gigante de bronce tiene la particularidad de mostrarse sin una venda ocultando sus ojos, como estamos acostumbrados a ver la justicia desde los tiempos del antiguo testamento, bajo la ley divina, donde se hace presente aquello que decía Paul Gaughin : "Para ver cierro los ojos."
También Fernando Pessoa buscaba un sur cuando arreciaba tanto norte: " Debe haber islas allá hacia el sur de las cosas, donde sufrir sea una cosa más suave, donde vivir le cueste menos al pensamiento,
y donde uno pueda cerrar los ojos, y dormirse al sol,
y despertar sin tener que pensar en responsabilidades sociales,
ni en el día del mes o de la semana que es hoy."
Aquí la imagen es atrevida, reposa su balanza y observa, mantiene su espada en posición vertical pero austera de victoria, se reconoce en el cambio y camina junto a él en perpetua adaptación.
Una figuración más humilde y más humana, más atenta, cuya parte inferior es flanqueada y arropada por las virtudes cardinales del derecho: la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza.
Dos caras de la misma moneda, cuyo canto es el mismo, un final del mundo conocido, una historia que se parece tanto a lo que crees como a lo que creas, un despertar a otras realidades, donde cada quien pueda encontrar su originalidad.
Caminando encontré un libro verde. Vaya, siempre creí que sería blanco por eso de escribir tu historia desde el principio.
Me quedé observando y preguntándome si en verdad era para mí, si no era injusto que no pudiera elegir el color, ya que salía a mí encuentro y yo no lo había pedido, ¿o sí? Empecé a recordar. Nacer a la vida en la tierra parece una injusticia desde el principio,nada más salir a la luz un lloro y un grito nos abren paso. Extraña vibración pensé en un primer momento. Cuando consideramos una injusticia como una invitación a hacer consciente aquello que venimos a vivir, emprendemos un viaje al centro de la tierra desde el centro del alma.
Esa búsqueda de justicia divina es una elevación de frecuencia en el entendimiento que permite elevar la consciencia dando fluidez a la vida. Mantenerse centrados nos aleja de caer en la tentación del juicio ajeno y propio, y de la comparación abusiva. Cómo no siempre ha sido así, con el tiempo adquirimos experiencia en caminos alternativos.
Vale, juntemos tentación y experiencia a nuestras herramientas diarias,admití, nos dan ese aire de libertad que necesitamos como reflejo del libre albedrío y ampliamos la partida y los jugadores y los tiempos y ritmos, quizás sea más interesante y lleguemos a lugares y personas hasta ahora desconocidos y alcancemos nuevas perspectivas. Al fin y al cabo, una experiencia te recuerda hasta donde has llegado y cómo, para hacer balance, y una tentación señala una repetición y te invita a volver a casa, a tu ser,te invita a centrarte de nuevo. Ya por el camino vamos solventando diferencias, imprevistos y causalidades, jaques que se suavizan, aunque alguna vez hayan sido a vida o muerte y demás movimientos. Un libro siempre abierto, así caminamos por la vida. Abierto al aprendizaje, a emprender, a mantener y a finalizar. Que sea luz que ilumine la oscuridad y coloree la sombra. Que llene de amor las páginas, incluso las ya escritas y nos permita volar por las letras, hasta las que están por escribir. Verde de vida y renovación, frescura natural de abundancia infinita.
Quien trabaja con fuerzas opuestas sin tocar los extremos, es capaz de crear.
Ya no le temo al aire,
ni a las nubes que en ocasiones ocultan el sol,
no le temo a la lluvia que moja,
ni al vaivén de las olas del mar.
Sé que la tierra es firme
solo bajo mis pies en este momento,
que con el siguiente paso
el camino puede variar.
Y sí, el aire se ha llevado "cosas"
dejando claro que no debo aferrarme a nada en sus formas,
no somos dueños ni siquiera de nuestros cabellos,
no puedes ordenarles que no se caígan o que nazcan,
que vuelen con el viento.
Demasiado sol puede quemar,
no puedes ordenar a tu corazón que palpite a otro ritmo.
Nadie nos pertenece más allá de la verdad que nos hace
descubrir en nosotros,
no puedes aferrarte,
por eso el suelo pareciera en ocasiones que se mueve
tembloroso ante un paso indeciso.
El agua aflora del cielo y la tierra
curva los cuerpos, los llama a sentir,
agradezcamos por tener la oportunidad de amar.
Hay algo que si nos pertenece
y es la voluntad,
aduéñate de ella...
aprende algo nuevo cada día,
aprende a vivir,
aprender a crear,
aprende vida.
Pues la sabiduría es conocer, reconocer y transformar.
Veronica Esteban Esteban.
"Hacer. Hacer algo, hacer el bien, hacer pis, hacer tiempo, la acción en todas sus barajas. Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. creer que la acción podría colmar, o que la suma de las acciones podría realmente a equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara".
Rayuela - Julio Cortázar.
La Peregrina.
En este álbum podrás encontrar inspiración visual para dar soporte a tu creatividad en relación al texto, puedes hacer un ejercicio de relación simbólica guiada por la esencia de tu Kokoro. Deja que sea una o varias de las esencias primordiales quienes arriben en las imágenes y anota lo que te sugieren. Si quieres compartir tus descubrimientos o aportar nuevas curiosidades no dudes en usar el formulario que tienes a continuación. También puedes comentar tus impresiones en el apartado de comentarios, si lo deseas, y aparecerán como estación para otros viajeros. Buen viaje
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Comentarios
El otoño es mi estación favorita con la transición del apogeo y del verano a la calma y frialdad del invierno me parece mágica. ❤️ ¡Que bonito escribes!
La esencia de la transición es suavizar la transformación del paso. Gracias por mostrar de una forma tan bella tal acontecimiento esencial Esther ❤️🙏🏻.